Que increible, cuando uno es formador como se mantiene ese sentimiento de paternidad,cuando estaba en Pastoral Juvenil en mis empiezos, recuerdo un lindo grupo de amigos que decidimos en una época en la que la necesidad se hacia presente.
Hoy me encontre a una de mis pequeñitas, me dio tanta alegría de verla despúes de mucho tiempo, ver como cambio en todo el sentido de la palabra, ver que la semillita que sembre, ha dado sus frutos.
Me sentí como un papá que despúes de tanto tiempo ve h su hija en este caso tan grande, me es dificíl no sentirme feliz.
Así si eres el mentor, el amigo, mantenlos cerca y sigue sus pasos.
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